El ayuno no es bueno, cuando nos genera más ansias de comer. Cuando acumula planes de todo lo que me zamparé cuando termine.
El ayuno es bueno cuando nos convence de que estamos mejor comiendo poco. De que necesitamos menos para vivir y también ser sobrio para disfrutar más.
El ayuno bueno es el que nos descubre que estamos mejor dentro que fuera. Que nos trae paz, salud y el equilibrio de la pobreza.