Santa Teresa de Jesús

La defensa del carisma

» Y, pues el Señor tan particularmente se ha querido mostrar en favorecer para que se hiciese, paréceme a mí que hará mucho mal y será muy castigada de Dios la que comenzare a relajar la perfección que aquí el Señor ha comenzado y favorecido, (…) Y quien le pareciere áspero eche la culpa a su falta de espíritu (…) y váyase a otro monasterio, adonde se salvarán conforme a su espíritu.»


LIBRO DE LA VIDA 36, 29

… en tornando a la oración y mirando a Cristo en la cruz tan pobre y desnudo, no podía poner a paciencia ser rica. Suplicábale con lágrimas lo ordenase de manera que yo me viese pobre como Él.

LIBRO DE LA VIDA 35,3

En su nombre os pido, hermanas e hijas mías, que siempre lo pidáis a nuestro Señor, y que cada una haga cuenta de las que viniere, que en ella torna a comenzar esta primera Regla de la orden de la Virgen nuestra Señora, y en ninguna manera se consienta en nada relajación. Mirad que de muy pocas cosas se abre puerta para muy grandes, y que, sin sentirlo, se os irá entrando el mundo. Acordaos con la pobreza y trabajo que se ha hecho lo que vosotras gozáis con descanso…

LIBRO DE LAS FUNDACIONES 27,11